lunes, 28 de diciembre de 2015

Cinco orejas sin torear

Histórico, en Cali se otorgaron cinco orejas en una corrida sin torear. Para Ripley. El presidente sacó los pañuelos como extendiendo ropa. Dos para El Fandi, tres para Roca Rey, una subasta de garaje

Cinco orejas sin torear

EL APUNTE DE JUANGUI (CALI 2015)
JUAN GUILLERMO PALACIO

Al Fandi le luce menos el toreo fundamental. Es cierto, ejecuta la verónica de manera especial. Pero cuando intenta gustarse en un muletazo clásico, de adelante hacia atrás, rebosando la embestida, nadie se da cuenta.Uno siempre está esperando que haga un remolino con su cuerpo o que se pare de cabezay empiece a brincar. Pero ni eso. David Fandila en el papel de El Fandi: calcado, repetido, visto, incapaz de reinventarse.

En realidad todo lo hizo bien: aseado, clavando con espectacularidad, repitiendo las mismas secuencias de lances y muletazos, estoqueando bien. Pero le pasa lo mismo que a los matrimonios con el paso del tiempo: que al otro se le conoce muy bien.

Roca Rey, en cambio, tiene el don innato de andar por el ruedo inventando situaciones, a veces con irresponsabilidad. Conoce los secretos de la técnica y tiene un valor que minimiza a los toros, como si no tuviesen peligro. Por eso se salta los mandamientos, improvisa su propia tauromaquia, de recortes, muletazos antiguos y ensimismamientos. La faena a su primer toro fue un concierto de trompicones. El toro tenía recorrido y el peruano desestimó la distancia deliberadamente. Sucede que al final se puso de rodillas cerquita de las tablas, en los terrenos del toro, cerrándole todas las salidas, hasta la de emergencia. Y lo hizo pasar por donde parecía imposible salir (con vida). Las mayorías se pusieron de pie, sorprendidos ante un show de escapismo inexplicable. Por eso le dieron dos orejas, incluso algunos pidieron el rabo, a una faena de trompicones que no tuvo nada del toreo fundamental. Lo que llama Bauman, la modernidad líquida.

En el quinto Roca Rey estuvo mejor. Más tranquilo, asedo y templado, aunque tampoco ejecutó el toreo fundamental. Todos sus pases terminaron rematados arriba. A pesar de que la faena fue mejor, solo le dieron una oreja, porque no se inventó un desenlace tan dramático como el del toro anterior.
Posada de Maravillas, debutante, pasó inadvertido. Es cierto que su lote fue el más incómodo, pero eso no justifica su exceso de precauciones, su ausencia.

Seguramente las mayorías están celebrando. Los amargados nos encerramos a superar la crisis del domingo líquido, inmersos en el vacío que genera la demagogia de las emociones.


FICHA DEL FESTEJO

59ª Feria de la Cali. Tercera corrida, 27 de diciembre del 2015. Clima agradable. Asistencia: más de media plaza. Se lidiaron toros de Paispamba, discretos de trapío aunque más serios que los lidiados en la feria hasta el momento. Algunos con rostro juvenil. El primero pronto, el segundo con recorrido, fue premiado con arrastre lento; el cuarto, desperdiciado, fue el mejor; el quinto bravo aunque más parado, el sexto incómodo e incierto. El tercero, de Fuentelapeña, manso.Los cinco toros de Paispamba entregaron su codicia ante los caballos. Fue un encierro de riñones que entregaron su virilidad.

David Fandila "El Fandi”: oreja y oreja.
Andrés Roca Rey: dos orejas y oreja.
Posada de Maravillas (debutante): silencio y silencio tras aviso.

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