lunes, 20 de febrero de 2017

Ramsés, a hombros, levanta la última tarde de Bogotá

Importante encierro de Santa Bárbara, con un toro premiado con la vuelta al ruedo y otro que mereció el mismo premio

Paulo Andrés Sánchez Gil
 
Fotos: RODRIGO URREGO B.
Dos orejas cortó Ramsés del último toro de la Feria de la Libertad en Bogotá. El diestro paseó el doble trofeo del mejor astado de la tarde, de nombre Corredor, número 768, de 472 kilos, con el que salvó un festejo que, hasta ese momento, había resultado tedioso. Triunfo importantísimo del torero, que supo aprovechar al mejor animal del encierro de Santa Bárbara, para el que llegó a pedirse la vuelta al ruedo en el arrastre. Su labor tuvo virtudes como la mano baja, la muleta por delante, ligazón y algunos pasajes de temple. Ramsés refrendó su buen momento por ambos pitones. A sus éxitos en Cali y Manizales, añadió este domingo el de Bogotá.

Labor fría la de Ramsés al tercero, en la que no hubo acople y, por momentos, se vio desbordado por el toro. El de Santa Bárbara pedía sitio, sacando dificultades, especialmente por el pitón izquierdo, por donde derrotó con feo estilo. Tampoco hubo claridad de ideas por parte del diestro, que fue silenciado.

Sebastián Vargas no acertó con la lidia del primero, un muy buen toro de Santa Bárbara premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. El diestro, desbordado por la condición del animal, no logró el acople dentro de una labor plagada de tiempos muertos y en la que hubo ligazón pero sin temple. El espadazo sí fue bueno y eso animó a cierto sector del público a pedirle una oreja que el palco no concedió.

Compartió banderillas con Cristóbal Pardo durante la lidia del cuarto, destacando el temerario tercer par a cargo del propio Vargas, absolutamente cerrado en tablas, muy arriesgado, al violín. La ovación del público fue unánime. Luego, muleta en mano, su labor tuvo altibajos. Parte del público le alentó en una faena desarrollada a media altura, en la que nunca bajó la mano aunque sí hubo mayor ligazón y temple que en su primer turno. No logró someter al toro, codicioso, pronto y fijo. Fue premiado con una oreja. Un sector del respetable esperaba otro tipo de trasteo en un coso de la categoría del de la Santamaría.

Cristóbal Pardo dejó pasar al segundo toro de la tarde, al que tampoco se le planteó la lidia adecuada. Sacó fijeza el animal, aunque no terminó de entregarse y llevó siempre la cara alta. No supo someterlo el torero, imponiéndose el astado con genio. El toro quiso dar pelea, pero le faltaron recursos a su matador.

Mismo tono gris en el quinto, en el que Pardo invitó a Vargas en esta ocasión. Cuando empezaba a templarlo, el toro se fue a tablas. Labor tediosa, en la que hubo voluntad y nada más a cargo del espada. Ni toro ni torero interesaron. Estocada contraria, fallos con el descabello, dos avisos y silencio para el torero; y pitos para el toro en el arrastre.

Bogotá (Colombia), 19 de febrero de 2017. Último festejo de la Feria de la Libertad. Toros de Santa Bárbara, bien presentados. El 1º, muy bueno -Buenavida, nº 804, colorado ojo de perdiz y de 479 kilos-, fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Aplaudidos el segundo y el cuarto. División de opiniones para el tercero. Pitado el quinto. Muy bueno el sexto, para el que llegó a pedirse la vuelta al ruedo en el arrastre, aunque no se concedió. Sebastián Vargas, vuelta al ruedo tras petición entre división de opiniones y oreja; Cristóbal Pardo, silencio y silencio tras dos avisos; y Ramsés, silencio y dos orejas. Entrada: Menos de media. Sebastián Vargas brindó la muerte del primer toro a la policia nacional en homenaje al compañero asesinado en el atentado de este domingo.

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