lunes, 17 de julio de 2017

El madrileño aprovechó las cualidades de dos importantes toros, el sexto premiado con la vuelta al ruedo y Robleño perdió los dos trofeos por la espada


Claudio San Nicolás
 
Fotos: LAURENT DELOYE

Fernando Robleño recibió al primero de Escolar con un buen saludo capotero a pesar de los rebrincos iniciales. Después, el toro se fue entregando y, en banderillas, se desmonteró Jesús Romero. Robleño empezó la faena con doblones ante un toro con transmisión y que entendió enseguida para dejar buenas tandas con la diestra, aprovechando la prontitud del cárdeno. Construyó el madrileño una labor de nivel, lástima que se quedara el de Escolar parado a final de faena. Mató de un pinchazo y bajonazo. El toro fue aplaudido en el arrastre y Robleño saludó una ovación.

Con mucha presencia salió el tercero, con el que saludó Miguel Ángel Martín tras las banderillas. Buen inicio de trasteo de Robleño con la muleta ante un toro que tuvo movilidad pero que desarrolló peligro. El madrileño dejó buenos detalles con la zurda y buenas series con la diestra, con muletazos de buen trazo por ambos pitones. Robleño puso determinación y supo aprovechar las embestidas del de Escolar que embestía a media altura. Acabó su labor con pases de castigo y falló con la espada, lo que le hizo perder el trofeo. Quedó en saludos.

Con buenas verónicas dirigió Robleño desde las tablas al centro del ruedo al quinto. Eligió los doblones para iniciar la faena ante un toro reservón y con embestidas bruscas. Lo fijó en el centro e intentó lograr buenas series con un toro parado que embestía de forma rebrincada y a la defensiva, con la cara alta. Puso ganas y determinación pero el toro no agradeció el esfuerzo del madrileño para sacar alguna embestida. Mató de una buena estocada y fue ovacionado.

Buen capote de Alberto Aguilar para recibir al segundo, un toro que pronto se entregó al percal del madrileño. Se orientó pronto el de Escolar y avisó en varias ocasiones al madrileño de que podía ser cogido, pero Aguilar tiró de pundonor y disposición para sacar una labor de pelea ante el peligro del toro, que pasaba con la cara alta. Mérito de Aguilar que no anduvo acertado con los aceros. Silencio.

En el cuarto, Aguilar mostró su concepto en el primer tercio con un toro que tomaba con fe los capotazos. En la muleta, después de iniciar la faena con pases de castigo, desplegó toda su firmeza por ambos pitones ante un Escolar que tuvo fijeza y buen recorrido. El toro se entregó con clase permitiendo al madrileño dibujar una labor que caló en el tendido por actitud y poder. Mató de una estocada en lo alto que se sumó al conjunto para cortar la oreja. El buen toro fue aplaudido en el arrastre.

El sexto salió rebrincado y lo paró con un buen capote Alberto Aguilar. En banderillas se desmonteró Iván García y Aguilar brindó la faena a Fernando Robleño. Una labor en la que tuvo que imponerse para dominar la fiereza y la exigencia del toro. Lo hizo el madrileño y logró buenas series, principalmente por el izquierdo, aprovechando la casta y la emoción que transmitió el de Escolar. Lo mató de manera fulminante y cortó otra oreja que le permitió abrir la exigente puerta grande de Céret. El toro fue premiado con la vuelta al ruedo.

Buena tarde de toros en el cierre de Céret gracias a los dos matadores y al ganadero. Y también a ADAC, por haber elegido corridas de irreprochable presentación que ayudan a la defensa de la fiesta.
Céret (Francia). Domingo, 16 de julio. Toros de José Escolar, bien presentados y de buen juego. El 1º y el 4º, aplaudidos en el arrastre. El 6º, de nombre Sevillano, herrado con el nº 17, premiado con la vuelta al ruedo. Fernando Robleño, ovación con saludos, ovación con saludos tras aviso y ovación tras aviso; y Alberto Aguilar, silencio, oreja y oreja. Entrada: Lleno. Actuó como sobresaliente Álvaro de la Calle. Tras parear al primero se desmonteró Jesús Romero; tras el tercero, Miguel Ángel Martín y, tras el sexto, Iván García.

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