domingo, 19 de noviembre de 2017

El Juli apasiona en la México

Oreja y vuelta para el madrileño, que cuaja una tarde rotunda en la que sólo la espada le priva de salir a hombros

Pedro Manrique
 
Fotos: TADEO ALCINA
El Juli se llevó el mano a mano con Joselito Adame. El madrileño, que puso la técnica y su autoridad al servicio del atre, acabó toreando con mucha expresión y muy despacio. Sólo el mal uso con el acero le impidió abrir la puerta grande.

Se impuso con autoridad al primero de la tarde, al que logró cuajar sobre todo al natural, el pitón más claro de un toro de Teófilo Gómez nada fácil. Imposible por el pitón derecho, por donde incluso a punto estuvo de coger al madrileño, Julián fue metiendo poco a poco al toro sobre el pitón izquierdo a base de consentirlo, de aguantarle la embestida y llevarlo templado y muy largo. Surgieron después los naturales muy rotos, hilvanados con naturalidad y despaciosidad. Acabó metiendo al público en la faena con los circulares finales, antes de amarrar una estocada arriba, perpendicular y trasera, pero efectiva. Paseó una oreja.

El Juli puso al público en pie en el tercer toro de la tarde con una faena que fue todo un compendio de técnica, autoridad y arte. El madrileño le terminó ganando la partida al animal, al que acabó sometiendo y toreando con una entrega máxima. Faena de menos a más, de dos partes, de poderle primero y buscarle sus virtudes para torearlo relajado después, con momentos de gran expresión en el epílogo en los que hubo despaciosidad, suavidad y cadencia con un Juli abandonado y entregado totalmente. Locura en los tendidos, con la gente levantada de sus asientos. La pena fueron los pinchazos previos a una estocada efectiva.

Lo intentó sin opciones frente al quinto, descastado, sin fuerza ni entrega alguna. Se justificó Julián pero resultó imposible el lucimiento. De lo mejor, un quite por navarras.




ADAME, SIN TOROS
Joselito Adame aprovechó el único toro que tuvo posibilidades de su lote, el segundo de la tarde, para firmar una obra in crescendo en conexión con el tendido. Tuvo calidad, bondad y humillación el de Teófilo, condiciones que aprovechó Adame para torear con la mano muy baja, muy templado y reunido. El fuerte viento no fue impedimento para que el mexicano se acoplara muy bien con el toro. Mató de estocada trasera y tendida que necesitó de varios golpes de descabello, por lo que se le esfumó el premio.

Salió Joselito Adame espoleado frente al cuarto, un toro bien presentado pero apagado y descastado, sin fuelle. Faena larga de Adame, que intentó justificarse aunque todo cuanto hizo, adoleció de la transmisión de su oponente.

Salió frente al cierraplaza a no dejarse ganar la pelea, pero el salinero de Teófilo se agarró al piso y le frustró los sueños al mexicano. Lo mejor llegó en los primeros tercios, donde se mostró variado de capa y muy contundente en banderillas, protagonizando un tercio impecable. Pero en la muleta reinó el tedio y el diestro hidrocálido tuvo que abreviar.

México D.F. (México), domingo 19 de noviembre. Toros de Teófilo Gómez, bien aunque desigualmente presentados; y de juego variado, nobles y manejables aunque sin fuelle y poca transmisión. El Juli, oreja, vuelta al ruedo y silencio; Joselito Adame, silencio tras aviso, silencio y silencio. Entrada: Casi lleno en el numerado. Al finalizar el paseíllo se tributó un minuto de aplausos por Miguel Espinosa “Armillita", fallecido recientemente. También se recordó al torero mexicano en el ruedo con una imagen suya y una composición floral que rezaba: “Hasta siempre maestro”. Ambos toreros saludaron una ovación antes de comenzar el festejo.

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